Los ganadores por equipos han sido los agentes de Almería, Adra y el mixto de Javea y Torrevieja poli-berja-dos--647x2311La Policía local lleva a cabo labores de protección a la ciudadanía y los gobernantes de cada municipio, prestación de auxilio, participan en funciones de la Policía judicial, dirigir el tráfico y la instrucción de los atestados por accidente de circulación dentro del casco urbano así como la vigilancia y custodia de los bienes de dominio público.

 

Para cumplir con su obligación necesitan un completo equipo en el que destaca su arma reglamentaria, que en Andalucía son las clasificadas en el Reglamento de Armas como de primera categoría, y dentro de éstas, la pistola del calibre 9 milímetros ‘parabellum’, junto a dos cargadores y la munición reglamentaria.

Y en la mañana del sábado se pudieron ver y oír muchas de esas armas en el entorno de Castala, en Berja, donde tuvo lugar, en el campo de tiro, el cuarto Campeonato nacional de tiro policial, organizado por la Policía local de Berja y en el que participaron unos 40 agentes llegados de distintos municipios de la provincia de Almería como la capital, Adra, La Mojonera, Vícar, Roquetas o Pulpí pero también de fuera, de Jávea o Torrevieja. «Se trata de un campeonato que va teniendo muy buen nivel y aceptación y donde los agentes muestran su maestría con el arma y los cartuchos», explicó a IDEAL el agente J. Hernández, de Berja, organizador del encuentro.
Por eso los participantes tuvieron que superar en tiempo y forma el circuito que se preparó al aire libre. La prueba consistió en el disparo de 25 cartuchos a los blancos con diferentes grados de dificultad dispuestos por la organización desde los puestos de tiro preestablecidos y debidamente señalizados. La prueba se iniciaba con una señal audible, con el arma en la funda con el primer cargador alimentado con 12 cartuchos y el segundo cargador alimentado con 13 cartuchos, debiendo realizar un cambio de cargador durante el recorrido en un punto determinado. Todo ello medido para destacar después los tiempos de cada agente, muy variados pero en torno a los 30 y 45 segundos la mayoría.

En esta ocasión esta práctica de tiro era un juego, pero a lo largo del año los agentes deben realizar dos prácticas de tiro «ya en serio, son ejercicios para corregir errores y pulir la técnica. Lo hacemos en este mismo campo de tiro. Hay que saber utilizar el arma y templar los nervios porque si hay que usarla será en una situación de gran estrés», explica Hernández. Este agente asegura que hay que estar preparado para cualquier eventualidad aunque «en 33 años de servicio sólo he disparado una vez, cuando estuve destinado en Alicante, pero en Berja nunca. Ha habido que desenfundar en alguna situación, pero disparar es el último recurso, antes damos muchas voces». Este sábado se dispararon en torno a unas mil balas, proporcionadas por la organización «gracias a los patrocinadores y al patronato de Deportes, porque son caras, unos 0,32 euros cada una, y es un gasto». Los agentes mostraron su puntería y templanza, aunque también cayó algún rehén, simulado con cartones; quizá el fuerte viento no ayudó mucho.