Los padres de los alumnos con Necesidades Educativas Especiales (N.E.E.) del CEIP Celia Viñas de Berja se han plantado en la semana de la vuelta al cole y aseguran que sus hijos no van a ir a clase mientras no se cumplan las condiciones necesarias para ello, ya que, denuncian, tras la inscripción de tres nuevos menores con Trastorno del Espectro Autista (TEA) en el centro virgitano «se supera la ratio» de alumnos por aula, lo que presenta «un peligro para este sector tan vulnerable en plena pandemia».

Así de contundente se muestra Mari Carmen, madre de uno de los alumnos con N.E.E. y portavoz para este alumnado, que ha visto cómo tras la llegada de tres nuevos menores afectados por el mismo trastorno, esto no ha venido seguido de un incremento de los espacios para estos menores, es decir, de un nuevo aula para los menores con TEA. «Ahora mismo existen dos aulas, una de ellas con 4 niños cuyas N.E.E. son muy diferentes a las del otro aula especifica. El otro aula con la llegada de otros tres alumnos más serían siete con edades comprendidas entre 3 y 11 años y nivel cognitivos muy diferentes entre ellos, además a estas circunstancias se suma que no van a beneficiarse de integración en aulas ordinarias, lo que conlleva muchas horas juntos en un mismo espacio, remarca la madre», remarca la madre.

Y es que, la situación que denuncian los padres y madres de los menores con discapacidad del colegio virgitano, remarcan, no se corresponde con las instrucciones de la Consejería de Educación para la matriculación de estos alumnos de Educación Especial en este curso 2020, marcado por la pandemia. «Te engañan como quieren, porque si lees las instrucciones para matricular a nuestros hijos, pone bien claro que cuando se trata de unidades de escolarización de alumnado con diferentes discapacidades el número máximo de alumnos es de cinco. Y con los tres nuevos hay para crear una clase específica de TEA, tal y como han escrito ellos mismos en las instrucciones de la Consejería de Salud», señala.

De este modo, en el documento, tal y como aparece en la imagen superior, se especifica que cuando se trata de una clase para menores autistas o psicóticos, con tres alumnos es necesario para disponer de un aula, que puede contar con hasta un máximo de cinco. «Ellos son los que han hecho las normas y no las están cumpliendo, porque están mezclando muchos niños con diversas discapacidades en un mismo espacio y si esto siempre puede ser un problema, tanto para los alumnos como para los docentes, ahora con la pandemia del coronavirus este problema se hace mucho más preocupante», remarca la madre de uno de los alumnos, quien además es miembro del Consejo Escolar.

Y fue en un consejo escolar, celebrado online por el confinamiento, cuando dese el centro se decidieron a solicitar un aula nueva de TEA, así como la llegada de un nuevo monitor. Una decisión que trasladaron a la delegación de Educación de la Junta de Andalucía en Almería, donde los padres y madres de los menores de educación especial del CEIP Celia Viñas estuvieron acompañados por el equipo directivo y representantes municipales. «De ahí no salió nada, solo que íbamos a tener una clase con siete alumnos con distintas discapacidades».

Ratio de alumnos

Así ha sido en esta vuelta al cole y, por ello, se han plantado y aseguran que no llevarán a sus hijos a clase durante esta semana y no saben si más tiempo, pues el virus causa el doble de temor entre aquellos cuyos hijos no pueden atender a las normas de higiene y seguridad impuestas. «A muchos niños con discapacidad es imposible hacerle entender que debe llevar la mascarilla, que tienen que lavarse las manos… Muchos de ellos hacen actos que son peligrosos, como pasar la boca por superficies o tocarse entre ellos y esto ahora es un verdadero peligro», remarca la portavoz de las familias.

Por su parte, desde la delegación de Educación han asegurado a LA VOZ que se cumplen los ratios establecidos, pues se encuentran un máximo de siete alumnos en una misma clase cuando el ratio es de «seis a ocho», por lo que no se cree necesaria la creación de un nuevo aula para alumnos con TEA. Una declaración que contrasta con el escrito que recibieron los familiares por parte de Educación y en respuesta a su solicitud formal y por escrito de este aula, ya que en él, Educación asegura que aunque es seis la ocupación «usual» de las aulas específicas, estas pueden contar con hasta «siete» alumnos, lo que dejaría la ocupación actual de las dos clases del centro virgitano en 14 alumnos, cuando son 11 en la actualidad.

Asimismo, desde la delegación aseguran que ya se está tramitando la contratación de un nuevo monitor que atienda a los 11 menores con discapacidad que se encuentran matriculados en las dos aulas específicas del CEIP Celia Viñas, aunque todavía este no se ha incorporado.

Fuente: La Voz de Almería