La mayordomía de San Francisco de Asís de Peñarrodada celebrará este domingo 3 de abril a las siete de la tarde un viacrucis con la imagen del Cristo de la Humildad, recuperando el ejercicio de viacrucis que se realizaba en el barrio y que desapareció en la década de los años 60.
La imagen del Santísimo Cristo de la Humildad, realizada por el escultor Rafael Martín Hernández, fue bendecida solemnemente en la Parroquia de la Anunciación el pasado 1 de mayo de 2021 y saldrá por primera vez en viacrucis este domingo 3 de abril acompañado por un completo cortejo compuesto por los vecinos del barrio.
Para no perder la esencia que caracterizaba al viacrucis del barrio, se utilizarán catorce replicas de las cruces que se utilizaban antiguamente, que acaba de adquirir la mayordomía. La primitiva cruz ha sido cedida gracias a la colaboración de nuestra vecina, Encarna Parra Ferrón, que conservaba la cruz que se ubicaba en la fachada de la casa de sus padres en la calle El Tajo.
Hasta la construcción de la iglesia de Peñarrodada en 1962, durante la Cuaresma y la Semana Santa se realizaban viacrucis en tres zonas de la barriada: El Tajo, la carretera del barrio arriba y El Cortijuelo. Esta tradición se remonta como mínimo, a principios del siglo XX, y presenta, según la zona, diversas peculiaridades. En la zona de El Tajo se denominaba a este rezo “cantar las cruces”. Gracias a las investigaciones realizadas por el historiador Antonio Campos hace ya algunos años, sabemos que las catorce estaciones del viacrucis estaban señaladas con pequeñas cruces de madera clavadas en las fachadas de las viviendas, comenzando el recorrido en El Rinconcillo para desde ahí ascender a lo más alto de El Tajo, dónde se ubicaba la estación nº XII, la del Calvario, acabando los rezos frente al Cortijo de Manzano, donde se situaba la última estación en la casa de Nicolás Sánchez García. Según han relatado los vecinos, estos ritos contaban con la participación destacada de los jóvenes del barrio.
El viacrucis del barrio arriba incluía las calles de Los Rodríguez y Los Torres. Comenzaba en la carretera que discurre paralela a la rambla y da acceso a las calles anteriores, y en él las cruces estaban pintadas sobre el muro de contención de la rambla, finalizando el recorrido en el cortijo de los Paterneros.