El próximo fin de semana, en la madrugada del domingo 27 de octubre, tendremos que ajustar los relojes. A las 03:00 horas, los relojes deberán retrasarse una hora, pasando a ser las 02:00, lo que marcará el inicio oficial del horario de invierno en España.
Este cambio, que se realiza dos veces al año, busca aprovechar mejor las horas de luz solar durante el día, una medida que se viene aplicando en España desde el año 1974, tras la crisis del petróleo, con el objetivo de ahorrar energía.
Cómo afecta el cambio de hora
El retraso del reloj significa que ganaremos una hora de sueño el domingo, pero también que las tardes serán más cortas y anochecerá antes. Para muchas personas, este cambio puede afectar al ritmo de vida, especialmente en lo que respecta a los patrones de sueño y la productividad.
Cambio en dispositivos
A la hora de atrasar los relojes, hay que tener en cuenta que en algunos dispositivos electrónicos este cambio se realiza automáticamente gracias al protocolo de red NTP (Network Time Protocol), que sincroniza los relojes de sistemas informáticos a través de una red de datos con latencia variable aplicándose en móviles, tabletas, ordenadores o smart TV.