recogidadealcaparrasMás de medio centenar de hombres y mujeres desempleados de Berja han recuperado el viejo oficio de recolecteros de tomillo y alcaparras para poder ganar un pequeño jornal diario. La iniciativa se ha vertebrado a través de una asociación de gitanos ‘Silisque Nebi’ con la colaboración del Ayuntamiento y de la empresa Luxeapers con sede en Nacimiento que se ha comprometido a comprar la producción.

Los recolectores trabajan, con hoces y rempujas, en la zona libre de la Sierra de Gádor, cerca de Benínar y en la Sierrecilla donde crece la alcaparra, también llamada tápena, y el tomillo de forma silvestre. Luxeapers presta sus bidones y la sal y los recolecteros mantienen la cosecha unos días en salmuera para su recolección antes de su pesado en la romana y en el caso del tomillo amontonada en unos silos que se venden a empresas murcianas para aceites y especias.

El impulsor de esta idea, Diego Torres Gómez, explica que «se trata de que algunas personas que no tienen trabajo se puedan llevar un jornal de 30 o 40 euros diarios a su casa, es un quitahambres pero algo es algo». Los recolectores trabajan unas cuatro o cinco horas para recolectar aproximadamente unos siete kilos por persona. El kilo se paga a unos dos euros y el tomillo segado a cuatro euros la arroba.

El alcalde de Berja, Antonio Torres, también ha apoyado esta iniciativa ofreciendo el producto a la empresa Luxeapers, uno de los principales productores de encurtidos de Andalucía. Torres recuerda que «en Berja hace 30 o 40 años había mucha gente que se ganaba la vida con la tápena, yo recuerdo haber recogido cuando era un zagal, con lo primero que saqué me compré mis primeras zapatillas de deporte».

Sergio Viñolo, gerente de Luxeapers ha animado a que otros municipios de la zona copien esta idea ya que la compra del producto está más o menos asegurada y es una ayuda para que subsistan muchas familias.