Este verano no se han instalado las boyas ni el canal náutico para el acceso de embarcaciones en esta zona costera
Unas de las primeras gestiones a las que se ha tenido que enfrentar el recién constituido municipio de Balanegra es a la vigilancia y mantenimiento de la playa en este término para lo que ha tenido que contratar una empresa privada. Justo al comienzo del verano y tras la publicación del Decreto de segregación, responsables políticos de Balanegra provocaron las primeras tensiones avisando a la Guardia Civil para dejar constancia de que los socorristas de Berja estaban en la playa, Mercedes Tapia, usó su móvil para fotografiar al personal al que le había dicho que tenía quem abandonar la playa.
Según ha podido confirmar Berjadigital, el pasado año los turnos de socorristas estaban compuestos de hasta seis personas tituladas por la Federación Andaluza de Socorrismo, en la actualidad son tres personas con una mesa, una silla y una sombrilla porque no queda rastro de las dos torres de vigilancia que se instalaban cada verano.
Tampoco disponen de quad para recorrer la playa ni zodiac para acceder al agua. Los vecinos se quejan de que este ha sido el primer año, hasta donde les alcanza el recuerdo, que no ha se han instalado las boyas, ni se ha balizado el canal náutico por donde deben entrar las embarcaciones. El portavoz del equipo de gobierno de Berja, José Carlos Lupión, lamenta la pérdida de calidad del servicio de playa que hasta el pasado año se gestionaba desde el Ayuntamiento de Berja y el Patronato Municipal de Deportes y según el edil «se hacía poniendo todos los recursos porque siempre se ha querido lo mejor para los vecinos de Balanegra».
El propio Decreto 144/2015, de 2 de junio por el que se aprobaba la segregación citaba que ésta no podía implicar «una disminución en la calidad media de los servicios que vienen siendo prestados, determinando, por el contrario, una mejora en los que pasen a ser gestionados por el nuevo municipio».
La Ley de Costas sostiene que es competencia municipal «mantener las playas y lugares públicos de baño en las debidas condiciones de limpieza, higiene y salubridad, así como vigilar la observancia de las normas e instrucciones dictadas por la Administración del Estado sobre salvamento y seguridad de las vidas humanas».
Al no haber ningún canal balizado, las embarcaciones pueden acceder al mar por cualquier punto de la playa, poniendo en peligro a los bañistas. El reglamento desarrollado en 1989 prevé que «en las zonas de baño debidamente balizadas estará prohibida la navegación deportiva y de recreo, y la utilización de cualquier tipo de embarcación o medio flotante movido a vela o motor».
La playa de Balanegra no ha perdido sólo en servicios básicos y directos, también este año se ha dejado de organizar la Travesía de nado que cada año sumaba más participación y el acuaeróbic.