FotoAún quedan magníficos vestigios del esplendor de la burguesía virgitana, más cercana a Granada que a Almería, del siglo XIX, con casas palaciegas aún en pie en la mayoría de las estrechas calles de Berja.

 

Pero quizá el mejor ejemplo de esa arquitectura es uno de los edificios más emblemáticos de la localidad pero a la vez más castigados por el paso del tiempo: el Molino del Perrillo. Es una edificación residencial a la que da nombre un molino situado en las dependencias de la esquina de la propia edificación sobre una antigua acequia. Desde el este del pueblo se accede a la calle del Agua donde se encuentra una de las fachadas de la casa y donde está la parte de viviendas. En la actualidad aún viven en este edificio tres familias. La otra fachada da al denominado callejón del Pardo, donde está la entrada noble y la parte del edificio de titularidad municipal. En la intersección de dichas calles hay una pequeña plazoleta donde se ubicaba una pequeña fuente con un perrillo que le da nombre a la casa.

Pero el paso del tiempo y las inclemencias meteorológicas podrían acabar con todo este esplendor, ya que el edificio, de unos 1.250 metros cuadrados presenta un grave estado de deterioro, por lo que Ayuntamiento y Junta de Andalucía iniciaron hace años las negociaciones para firmar un convenio que permitiera su restauración, convenio que podría firmarse próximamente ya que según se anuncia desde la delegación de Vivienda, el proyecto se envió al Consistorio a finales de 2009, se ha estudiado y en los próximos días esperan recibir las alegaciones o modificaciones pertinentes».

Tras ello habrá que sacar a licitación la obra, adjudicarla, etc., trámites burocráticos que retrasan la urgencia de las obras. Pero la estructura no entiende de trámites y va cediendo, como pasó a principios de esta semana, cuando por las fuertes lluvias se derrumbó uno de los muros internos del edificio que daba a un patio cercano a la actual Casa de Cultura. Ante la posibilidad de que esto vaya a más, la delegación de Vivienda y Ordenación del territorio recuerda que hace ya tiempo «instamos al Ayuntamiento de Berja a actuar y prevenir, apuntalando el edificio o con alguna actuación que frenases este deterioro hasta que comenzase la restauración, pero no se ha hecho nada. Nosotros lo restauramos, pero la conservación corresponde al titular y además hay que tener en cuenta que las medidas de prevención no cuestan mucho pero rehabilitar algo que se ha roto cuesta más».

La restauración de este noble edificio proporcionará al Consistorio unos nuevos espacios destinados a la cultura y el turismo, ya que se contempla en el proyecto la ubicación en el palacete de la Oficina de información y turismo, un Museo etnográfico (que ocupa la zona del antiguo molino), una sala de usos múltiples (para proyecciones, exposiciones, conferencias, etc.), el archivo general, el área de Cultura, un Museo arqueológico y la biblioteca, además del archivo y despachos para el Centro Virgitano de Estudios Históricos.