La expresión Bajada de la Virgen no sólo hace referencia al acto de traslado de la imagen de Nuestra Señora de
Gádor desde su santuario situado al pie de la sierra del mismo nombre hasta la parroquia de La Anunciación de Berja, sino que también es empleado por los virgitanos para denominar al periodo de quince dÃas en el que la imagen permanece en el templo parroquial, según informa la Hermandad de Nuestra Señora la SantÃsima Virgen de Gádor. Las fiestas en su honor están englobadas actualmente dentro de las dos Bajadas que anualmente realiza desde su ermita a la ciudad.
Durante éstas la Virgen lleva a cabo tres desfiles procesionales: el traslado desde su santuario a la parroquia, denominado la bajada; el desfile procesional por las calles del centro de la ciudad, que tiene su inicio y fin en la Anunciación, llamado la procesión, y la vuelta a la ermita, conocida como la subida. Asà pues, cada Bajada cuenta con los tres traslados aludidos.
La primera de las Bajadas tiene lugar el segundo domingo de cuaresma, permaneciendo en la parroquia hasta el cuarto. Surgió como consecuencia del voto perpetuo hecho por el cabildo de la villa, 21 de febrero de 1651, de trasladar a la Virgen al templo parroquial en rogativa por la tremenda sequÃa que azotaba a la población.
La segunda Bajada a la ciudad se celebra el último domingo de agosto, o en septiembre si el dÃa ocho, festividad de la Virgen de Gádor, cae en domingo, permaneciendo la imagen otros quince dÃas en la parroquia de la Anunciación. Este traslado nació en 1955 como una alternativa para recuperar el carácter penitencial de la Bajada de Marzo, la cual estaba adquiriendo tintes festivos preocupantes.
El Santuario de Nuestra Señora de Gádor se encuentra a tres kilómetros del centro de la ciudad. Los preparativos comienzan unos dÃas antes, con el montaje del altar en la parroquia y el arreglo del recorrido. Los traslados desde la ermita al pueblo se han realizado desde tiempo inmemorial en horario vespertino. Normalmente, la imagen de la Virgen abandona su santuario tras la celebración de una eucaristÃa. Para el acompañamiento de la talla los asistentes formaban una procesión, hasta que en septiembre de 1969 el entonces obispo de AlmerÃa, Ãngel SuquÃa, al contemplar la enorme dificultad que suponÃa formar el cortejo de la procesión (dada la gran cantidad de fieles y la longitud del recorrido), sugirió al párroco que la bajada y subida de la venerada imagen se hiciese en romerÃa, es decir, sin formar filas, llevándose a cabo asà desde aquella fecha.
Nuestra Señora de Gádor es portada sobre unas preciosas andas de plata. Según los testimonios recogidos, su origen se encuentra en unos vecinos de la localidad, la familia Hernández, propietarios de un molino, que en el siglo XIX emigraron a América buscando porvenir. Al despedirse de la patrona, prometieron que si hacÃan fortuna, le regalarÃan unas andas de plata, y como quiera que asà ocurrió, cumplieron su voto. Durante el asalto al santuario, en la Guerra Civil de 1936, estas andas fueron destrozadas, robándose la plata que las cubrÃa.
Fuente: Diario El AlmerÃa