Hay un sin fin de ellas. En algunos casos están integradas en el mismo casco urbano, en otros muchos están alejadas del pueblo, en lugares poco accesibles. Algunas están a punto de secarse, otras muchas resurgieron el pasado invierno tras las abundantes lluvias y también las hay que sin parar dan agua y ‘refrescan’ a sus vecinos los dÃas calurosos. Son las fuentes y manantiales que se reparten por toda la geografÃa almeriense. Hay quienes no conocen su existencia, por ello se decidió inventariarlas. El objetivo es dejar constancia documental y fotográfica de ellas antes de que desaparezcan y, para ello, se cuenta con la colaboración ciudadana.
La iniciativa se llama ‘Conoce tus fuentes’, un proyecto que se incluye dentro del programa ‘Manantiales y fuentes de AndalucÃa: hacia una
estrategia de conservación’ de la Agencia Andaluza del Agua de la ConsejerÃa de Medio Ambiente. En AlmerÃa ya hay 249 fuentes incluidas en este inventario, de 60 municipios. En toda AndalucÃa la cifra asciende a 3.352. Granada es la provincia andaluza que en la actualidad cuenta con más puntos inventariados, con 773; mientras que Sevilla, con 141 es la que menos.
Para llevar a cabo esta compleja labor se pide la colaboración de los propios vecinos. El vehÃculo de comunicación y participación es a través de la página web del proyecto (www.conocetusfuentes.com), que se puso en marcha en 2008.
Desde entonces no han cesado de aparecer nuevas fuentes en este inventario, especialmente durante los últimos meses, en los que se han incrementado las entradas. Y es que a principios de año la crifra de estos espacios catalogados era de 117, tal y como contó LA VOZ. Para participar basta con cumplimentar una ficha con algunos de los datos de los manantiales y fuentes, independientemente de si son más o menos pequeñas o de su caudal, aunque quedan excluidas las modernas conectadas a la red pública. Antes de hacerlo los participantes deben comprobar que no está ya ‘fichada’. Otra parte importante la cumplen las fotografÃas, en algunos casos imágenes curiosas o de época. Luego, llega el trabajo de homogeneizar todas las fichas y de que los técnicos que participan en el proyecto revisen todas las aportaciones.
De los 249 puntos de agua ya catalogados de la provincia, 65 corresponden a manantiales, 155 a galerÃas (zanjas o cimbras), 12 a nacimientos a cauce, 8 a humedales y 9 a rezumes. Los municipios con mayor número de surgencias inventariadas son Berja (36), Oria (31) Vélez Blanco (15), Alcolea (13), Vélez Rubio (11), Fondón (11) y MarÃa (10).
Valoración muy alta
Este inventario clasifica las fuentes y manantiales andaluzas por distintos niveles de conservación, calidad ambiental, importancia histórico-cultural, uso público o arraigo popular. Y es que teniendo en cuenta todos estos parámetros, el inventario cataloga cada uno de los puntos de interés con una valoración general. En la provincia, hay cuatro puntos clasificados con una valoración general muy alta, estos son: Fuente Mora (Mojácar), Fuentes de Marbella (Berja), el Manantial de los Molinos (Sorbas) y los Baños de Sierra Alhamilla (Pechina).
Por otro lado, nueve han conseguido una valoración alta: Fuente de Cela ( Lúcar); Manantiales de Hila del JudÃo ( Vélez Blanco); Manantial de Los Molinos ( Vélez Blanco); Balneario de San Nicolás ( Alhama de AlmerÃa); Fuente de Alcaudique ( Berja); Fuente de los Caños de Caravaca ( Vélez Blanco); Manantial del Nacimiento ( Laujar de Andarax); Manantial del Arroyo de CelÃn (DalÃas) y la Balsa del Sapo ( El Ejido).
«Se trata del primer paso para su conservación y recuperación, ya que muchas corren riesgo de desaparecer por el cambio climático y por la explotación del agua subterránea», señalaba hace unos meses el director cientÃfico del proyecto, Antonio Castillo. «En la provincia, montañosa pero también seca, se podrÃa alcanzar las 1.500 ó 2.000 fuentes catalogadas», apuntaba.
Por su parte, la delegada de Medio Ambiente, Sonia RodrÃguez, ha destacado que «este proyecto pone de manifiesto que el patrimonio natural de fuentes y manantiales de AlmerÃa constituye un recurso ambiental, socioeconómico y cultural de primer orden que es necesario conocer mejor, poner en valor y, en su caso, conservar y recuperar».
Fuente: La Voz de AlmerÃa