El pantano de Benínar acabó el año 2013 con 8,58 hectómetros cúbicos de agua embalsada, lo que representa un 32,6 por ciento de su capacidad real de embalse y 6,7 hectómetros cúbicos menos que el año anterior. Un año antes, la presa que regula el río Adra contenía 15,28 hectómetros cúbicos, es decir, casi un 44 por ciento más, según los datos actualizados por la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio.
Según indica la Delegación Territorial de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente en una nota, la disminución de las reservas del pantano se debe tanto a la reducción de las precipitaciones de agua de lluvia, como a el aumento de los consumos.
El pasado año en el área del embalse se registraron 195 litros de agua de lluvia por metro cuadrado, 83 menos que en el año 2012, en el que se recogieron 278. Asimismo, en 2013 el embalse aportó 20,7 hectómetros cúbicos de agua a los regantes del Sector VI del Campo de Dalías, agrupados en la Junta Central de Usuarios del Poniente, para el regadío de cultivos, frente a los 11,6 hectómetros del año 2012.
A la vista de la situación del embalse, y si no se producen precipitaciones o nevadas importantes en Sierra Nevada antes del 15 de febrero, los técnicos de la Consejería estiman que «será necesario reducir los caudales que se están suministrando actualmente para riego del Campo de Dalías» de 426 litros por segundo, es decir, 36.806 metros cúbicos al día.
Según el delegado territorial de Agricultura, José Manuel Ortiz, «hay que mantener un margen de agua embalsada, porque si el año se presenta seco, podemos tener graves problemas de aterramientos y dificultades para disponer de un mínimo de caudal en el canal, que permita tenerlo siempre en servicio».