El Juzgado de lo Penal número 5 de Almería ha condenado a tres años y seis meses de prisión a E.M.C., de 18 años, como autor de un delito de robo con violencia e intimidación después de que el pasado mes de abril agrediera a la dueña de un kiosco en Berja, a la que propinó diversos golpes para hacerse con la recaudación, de forma que, en su huida, también atacó a una vecina que acudió a socorrerla.
El fallo, consultado por Europa Press y sobre el que cabe recurso de apelación ante la Audiencia Provincial, impone también al acusado dos delitos leves de lesiones por los que ordena cinco años de alejamiento a 500 metros de la víctima así como una multa de 480 euros y el pago de 944 euros en indemnizaciones.
Así, se declara probado que el hombre, que había entrado dos veces antes para comprar un chicle, accedió poco después del mediodía al establecimiento por tercera vez y «sujetó con las manos» a la dueña del kiosco, a quien «tapándole la boca, la llevó a la parte de atrás del local» donde la «tiró la suelo» y «le propinó varios golpes en la cabeza y el cuerpo» antes de coger el dinero que llevaba en el bolso, lo que ocasionó de algún modo desperfectos en su teléfono móvil.
Ante los «gritos de auxilio», una vecina entró en el local e intentó impedir que el acusado se marchara del lugar, por lo que «fue golpeada en el cuello y en el vientre», lo que le hizo caer al suelo. Ambas agredidas estuvieron impedidas para sus labores habituales durante 15 días a consecuencia de las lesiones.
El juez señala la versión «consistente» y «convincente» de las testigo frente a la ofrecida por el acusado, quien señaló que únicamente empujó a la dueña del kiosco, quien cayó sobre unas cajas, antes de marcharse con el dinero, momento en el que supuestamente empujó a otra persona que encontró en el camino; lo que se muestra incompatible con las lesiones.