“El melón por la mañana oro, por la tarde plata y por la noche mata”, así reza un refrán popular. Quizás su autor fue el mismo que se encargó de transmitir otro sin sentido como que el melón tiene mucho “azúcar” y engorda al igual que sus amigos plátano, sandía o uva. Una vez más vamos a aclarar todos estos rumores así como quitarnos la idea de que hay fruta que engorda más que otra y más aún en función de la hora de su ingesta.
Tan sólo debemos tener en cuenta el cómputo del día, ninguna pieza de fruta se va a “fermentar” como muchos argumentan o se va a convertir en “grasa” por comerla a partir de las seis de la tarde, es una locura pensar esto además de no tener evidencia científica que lo demuestre.
Una vez puestos en situación y con alguna lágrima saltada al comprobar que podemos comer una pieza de fruta por la noche, mostramos a continuación los beneficios que aporta esta fruta de temporada y veraniega como el melón:
Empezaremos diciendo que el 80% es agua y que es una fruta hipocalórica. El melón aporta 34 kcal por cada 100g y luego nos pasamos las tardes en el super buscando los yogures que aportan 99kcal para “adelgazar” y cuidar nuestra línea. Fijaos lo que hacemos, compramos lácteos desnatados que aporten 99kcal cuando podríamos consumir 250-300g de melón y el aporte calórico sería el mismo.
Seguimos informándonos acerca de este producto y sabemos que es rico en provitamina A y vitamina C por lo tanto está indicado para personas que presenten deficiencias en estas y no puedan ingerir cítricos como la naranja o verduras como el pimiento. Su alto contenido en sodio junto con la alta concentración de agua la convierte en una fruta diurética por excelencia, siendo recomendada para personas con hipertensión arterial o afecciones en vasos sanguíneos.
Resumiendo, no hay fruta buena o mala y da igual que esté la luna o el sol mientras las comemos, tan solo debemos disfrutar de estos auténticos manjares saludables y hacer gala de una vez más del producto local y de temporada que se produce en nuestras tierras.