El ambicioso plan también apunta a descarbonizar completamente la economía del país poco después.
España ha lanzado un ambicioso plan para cambiar su sistema eléctrico por completo a fuentes renovables para el año 2050 y poco después descarbonizar su economía.
A mediados de siglo, las emisiones de gases de efecto invernadero se reducirían en un 90% con respecto a los niveles de 1990 bajo el proyecto de ley de cambio climático y transición energética de España. Para hacer esto, el gobierno se ha comprometido a instalar al menos 3.000 MW de capacidad de energía eólica y solar cada año en los próximos 10 años.
Se prohibirán las nuevas licencias para los simulacros de combustibles fósiles, la explotación de hidrocarburos y los pozos de fracking, y se reservará una quinta parte del presupuesto estatal para medidas que puedan mitigar el cambio climático. Este dinero se incrementará a partir de 2025.
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Christiana Figueres, ex secretaria ejecutiva de la convención marco de la ONU sobre el cambio climático (CMNUCC), calificó el proyecto de ley española como «un excelente ejemplo del acuerdo de París». Añadió: «Establece un objetivo a largo plazo, proporciona incentivos para ampliar las tecnologías de emisiones y se preocupa por una buena transición para la fuerza laboral».
Esas son buenas noticias tanto para España, como para el mundo que debe iniciar una lucha por preservar el ambiente desde ya, dado que los daños se están volviendo irreversibles.
Según el plan, se elaborarán contratos de “transición justa”, parecidos a los contratos en donde se cerrarán la mayoría de las minas de carbón a cambio de un conjunto de planes de jubilación anticipada, recalificación en empleos de energía limpia y protección ambiental. Estas ofertas serán financiadas en parte por subasta de la venta de derechos de emisión.
El gobierno ya ha eliminado un polémico «impuesto al sol» que detuvo el auge del sector de las energías renovables en España a principios de esta década, y la nueva ley también impondrá una cuota del 35% de electricidad para energía verde para el 2030.
James Watson, director ejecutivo de la asociación comercial SolarPower Europa, dijo que la ley era «una llamada de atención al resto del mundo». Dice que es una ley que se debe imitar en toda la UE, y preferiblemente, en cada país del planeta.
La eficiencia energética también se mejorará en un 35% dentro de 11 años, y las autoridades gubernamentales y del sector público podrán arrendar solo los edificios que tienen un consumo de energía casi cero.
Laurence Tubiana, director ejecutivo de la Fundación Europea del Clima y ex enviado del clima francés que ayudó a redactar el acuerdo de París, describió el acuerdo como innovador e inspirador. «Al planear volverse neutral con el carbono, España muestra que la batalla contra el cambio climático es extremadamente seria, que están listos para intensificar y planear cosechar los beneficios de la descarbonización», dijo.
Sin embargo, el plan climático puede ser cesado por los cambios políticos que surjan en el futuro en España, pero, se cree que es un plan tan bien estructurado que los gobiernos que vengan, mantendrán el plan.
No se incluyeron fechas en la legislación para la eliminación gradual del carbón o la energía nuclear, y la prohibición de los automóviles nuevos con motor de gasolina o diésel se retrasó hasta el año 2040.