El historiador virgitano Fran Martín presenta junto a Sonia Cervantes este viernes 11 de octubre a partir de las 19:00 horas en el Museo de Almería un nuevo ensayo histórico «La guerra en mis ojos. Los cuatro exilios de Ana». Una obra que representa el relato de una superviviente de la carretera de Málaga a Almería y de una huida constante por la supervivencia en el marco de la guerra civil.

También es la historia de su familia y la de muchos más que han sido salvados del olvido por el trabajo de estos dos autores almerienses que han realizado varias entrevistas a esta nonagenaria malagueña de nacimiento y vecina de Algeciras que el pasado 27 acompañó a Fran y Sonia en la primera presentación de esta obra, vivo ejemplo de cómo la población no combatiente soportó las miserias de la contienda del 36.

Después de casi toda una vida, Ana Pomares de 92 años, vecina de Algeciras, ofrece el testimonio viviente de la «Desbandá» uno de los episodios más trágicos de la guerra civil española. Ocurrió el 8 de febrero de 1937. Durante cinco días la población civil tuvo que huir entre Málaga y Almería mientras eran bombardeados por órdenes del régimen franquista.

Cuatro años de trabajo de investigación

Fue hace cuatro años, cuando Ana cogió un autobús de Algeciras a Almería para acudir a un encuentro de testimonios de la desbandá. levantó la mano al terminar la conferencia y dijo «yo quiero contar mi historia». Atónitos dejó a los historiadores y allí empezó todo.

Ana formaba parte de la caravana de civiles que fue bombardeada por el ejército franquista que huía en 1937 por la carretera de Málaga a Almería. Los dos historiadores han recabado y ordenado durante cuatro años los datos que son mucho más que recuerdos.

Arropada por sus vecinos

El pasado 27 de septiembre no se cabía en el Ateneo Republicano de Algeciras para arropar la valentía de una mujer de noventa y dos años que relata su odisea como la niña de nueve años, porque después de la desbandá, llegaron otros tres exilios con escaso equipaje entre Almería, Orán, Barcelona y Valencia y sin embargo impresiona su templanza.

Ana quiere que la tinta evite el pozo del olvido que suma y cronifica el dolor que por desgracia, acumulan todas las guerras entre los anónimos.