El Ayuntamiento de Berja ha culminado en estos días las obras de reforma de la piscina de Castala donde se han invertido más de 48.000 euros para renovar unas instalaciones que se encontraban muy deterioradas, que tenían problemas de filtraciones y que el equipo de Gobierno ha querido adaptar la accesibilidad para personas con movilidad reducida.
Desde el consistorio virgitano se trabaja en los preparativos finales para poder abrir ésta y las demás piscinas municipales en los primeros días de julio, implementando la restricción de aforo por la Covid-19 y otras medidas higiénicas para garantizar la seguridad de todos los usuarios que se acerquen a disfrutar este verano del baño en las piscinas de Berja.
Los trabajos en Castala han supuesto una reforma integral de la piscina y del vaso de chapoteo. Se ha sustituido el gresite azul por aplacado cerámico, se han instalado nuevas duchas, también se ha incorporado un nuevo sistema de depuración desbordante y construido un vaso de compensación, además de sustituir todas las canalización del antiguo sistema de depuración para modernizarlas.
Uno de los aspectos más importantes de estas obras ha sido la adaptación del vaso a la normativa de accesibilidad ejecutando escaleras y una rampa con superficie antideslizante para personas con movilidad reducida.
Piscinas de barrio
El Ayuntamiento de Berja está llevando a cabo también durante estas semanas la puesta a punto de las piscinas de La Tomillera y de San Roque para abrirlas en esos primeros días de julio y en las que ya el año pasado se acometieron obras para mejorar la accesibilidad.
El horario de las piscinas se mantendrá igual que el año pasado, se podrá acudir de lunes a domingo, de tres y media a ocho y media de la tarde. En días laborables, el precio para los menores de 14 años es de 1,50 euros y 2 euros para adultos. En fin de semana, los menores de 14 años pagan 2,50 euros y los adultos, 3 euros.