El escritor e investigador José Ruiz Fernández ha profundizado en la vida del virgitano Juan Manuel Ramos Vallecillos a través de un artículo en la revista Sala de Togas del Ilustre Colegio Provincial de Abogados de Almería. Desconocido para la mayoría de virgitanos, Ramos Vallecillos da nombre a una de las calles del barrio de Alcaudique.
Datos biográficos. La vida de Juan Manuel Ramos Vallecillos es el triunfo del trabajo, del esfuerzo personal y de la constancia. Nació el día 18 de diciembre de 1891 en Berja (Almería), en el caserío de Santa Muña de la barriada de Alcaudique. Miembro de una familia humilde (su padre era jornalero y su madre lavandera), pronto destacó por su gran inteligencia, estudiando el Bachillerato en el colegio de 2ª Enseñanza “Nuestra Sra. de Gádor” de Berja y obteniendo el título de bachiller en el Instituto de Almería en el mes de septiembre del año 1908 con excelentes calificaciones.
Ayudado por la familia de don Celedonio Oliveros, donde su madre trabajaba como lavandera, cursó los estudios de Derecho por enseñanza no oficial, licenciándose en la Universidad Central de Madrid y aprobando las oposiciones de Interventor del Estado en la Explotación de Ferrocarriles, trabajando como funcionario.
Afincado en Madrid y muy aficionado al mundo de las letras, colaboró en algunos periódicos madrileños, lo que le llevó a relacionarse con los escritores e intelectuales de la época, entre ellos, Federico García Lorca y el propio Manuel Azaña, quien acababa de dejar la dirección de la revista literaria “La Pluma” para pasar a dirigir el semanario “España” en enero de 1923.
Precisamente, la publicación de varios artículos en este semanario, en los que criticaba la actuación de la Dictadura de Primo de Rivera, motivó que Ramos Vallecillos sufriera persecución por algunos miembros del partido Unión Patriótica que servía de apoyo al dictador jerezano.
Traslado a Sevilla. Tras ser destinado a Sevilla como Comisario-director del Estado en la Compañía de Ferrocarriles Andaluces, se afilió al partido Acción Republicana en octubre de 1933, siendo elegido vicepresidente 1º del comité provincial de Sevilla y delegado en el Consejo Nacional de dicho partido. Un año más tarde, ingresó en el partido Izquierda Republicana de la mano de José Giral y del propio Azaña, siendo nombrado vicepresidente 1º de la Diputación provincial de Sevilla.
Su estancia andaluza le hizo coincidir en el mes de junio de 1935 con algunos políticos de Cataluña presos (Lluis Companys, Joan Comorera y Joan Lluhí), que se encontraban cumpliendo condena en el penal del Puerto de Santa María de la provincia de Cádiz, al proclamar el gobierno de la Generalitat el “Estado Catalán” dentro de la República Federal Española, tras el levantamiento de octubre de 1934.
Según palabras de Ramos Vallecillos, “cuando supe que Lluhí pasaba un calvario a causa de tener una úlcera de estómago, mi madre, por ruego mío, le enviaba diariamente uvas durante la cosecha, y de eso nació una cordial amistad”.
El 10 de julio de 1935 Juan Manuel Ramos Vallecillos hacía una visita a Berja, acompañado de Federico García Lorca, según testimonio publicado en octubre de 1976 por José Barrionuevo Barrionuevo, quien saludó personalmente a Ramos Vallecillos. El motivo era convencer y recoger a su madre, Isabel Vallecillos Martín, ya anciana y viuda, para que se fuera a vivir con él a Madrid, pero no quiso marcharse con su hijo.
Los meses de enero y febrero de 1936 fueron especialmente intensos y decisivos en la vida de Juan Manuel Ramos Vallecillos, formando parte de la candidatura de Izquierda Republicana para el Congreso de los diputados y participando en centenares de mítines por toda la provincia de Sevilla, con motivo de la convocatoria de las elecciones legislativas de 16 de febrero, que dieron el triunfo al Frente Popular.
Gobernador civil de Las Palmas. El día 23 de febrero de 1936 la Gaceta de Madrid publicaba el nombramiento del general Francisco Franco como comandante militar de Canarias, y cinco días después, la Gaceta insertaba el nombramiento de Manuel Ramos Vallecillos como Gobernador civil de la provincia de Las Palmas, quienes por esas ironías del destino hacían el viaje a las islas Canarias el mismo día y en el mismo barco, la motonave “Dómine”, que zarpó del puerto de Cádiz el 9 de marzo de 1936, para tomar posesión de sus respectivos cargos, llegando a Las Palmas el día 11 de marzo y tomando posesión como Gobernador civil al día siguiente.
Ante la sorpresa y los recelos que su nombramiento provocó en la prensa canaria, el propio Ramos Vallecillos aclaraba en su toma de posesión: “(…) Con esta conducta recta y limpia, he venido a estos bellos trozos de tierra, tan amantes y queridos de España, y a los cuales siento no traer más que dos títulos académicos, modestos como míos, y tres títulos administrativos ganados por oposición, con veintiséis años de servicios al Estado y una larga vida de trabajador”.
Durante su mandato como Gobernador civil, hubo una radicalización de las demandas de los trabajadores (huelga de obreros cargadores del carbón) y un aumento de la conflictividad
laboral (huelgas en las fábricas de gaseosas, en las del hielo y en la de fósforos), teniendo que intervenir la Guardia de Asalto. Según el periódico de Santa Cruz de Tenerife “La Prensa”,
de 10 de mayo de 1936, también hubo paro en los almacenes del sindicato Unión Agrícola de Las Palmas, que consistió en una huelga de brazos caídos, interviniendo la fuerza pública para desalojar los locales. Asimismo, se produjeron asaltos a varias fincas y dejaron de funcionar treinta autobuses por falta de gasolina, dando lugar a grandes protestas, principalmente en Puerto de la Luz.
Todo ello determinó que en la reunión celebrada por la Federación Provincial de Sindicatos Obreros se tomara el acuerdo de “dirigirse al presidente del Consejo de Ministros, al ministro de la Gobernación y a representaciones parlamentarias, solicitando la destitución fulminante del gobernador civil por su incapacidad demostrada a través de su actuación al frente de la provincia y en intervención en los diversos conflictos”, enviando el Gobierno a Las Palmas un delegado gubernativo.
En el ámbito político, en la segunda quincena del mes de abril tras la ilegalización de FE y de las JONS por el Gobierno republicano, Ramos Vallecillos detuvo y encarceló a los veintidós miembros fundadores de Falange Española en Las Palmas, entre los que se encontraba su jefe provincial Manuel Abreu.
La destitución de Alcalá-Zamora como presidente de la II República y la elección de Azaña como nuevo presidente, determinó que hubiera cambios en el Gobierno, designándose como nuevo ministro de la Gobernación a Juan Moles Ormella el día 14 de mayo de 1936. Pero dos días antes Juan Manuel Ramos Vallecillos había presentado la renuncia a su cargo que le fue aceptada por el nuevo ministro de la Gobernación, marchando en un avión militar a la península. A partir de aquí se le pierde la pista.
Fusilamiento y muerte. Sin embargo, por algunos testimonios orales se sabe que el levantamiento militar del 18 de julio le sorprendió en Sevilla, donde se encontraba asistiendo a un congreso; que no quiso esconderse en la casa de su amigo y paisano, Antonio Serrano, para no comprometer a él ni a su familia; que fue detenido en la pensión donde se hospedaba, encarcelado y fusilado en las tapias del cementerio de Sevilla en las primeras semanas de la sublevación militar por orden del general Queipo de Llano y que su cuerpo, como el de tantos otros, fue arrojado a una fosa común del cementerio sevillano de San Fernando. Actualmente, no está localizado su cuerpo ni aparece inscrita la defunción en el Registro Civil de Sevilla.
En cambio, sí tenemos constancia documental de un acuerdo del Pleno del Ayuntamiento de Berja, de fecha 30 de octubre de 1937, concediendo una pensión de dos pesetas diarias a su madre, Isabel Vallecillos Martín, “mientras tanto se despeje la incógnita de si ha de ser o no esta anciana subvencionada por el Estado, ya que su hijo era funcionario público, dado el caso de ser éste un republicano ejemplar desaparecido por la causa…”
Igualmente, en la última sesión celebrada por el Congreso de los Diputados en San Cugat del Vallés el día 30 de septiembre de 1938, la Comisión de Peticiones examinaba un escrito de Isabel Vallecillos Martínez (sic), solicitando pensión, “con motivo de la desaparición de su hijo don Juan Manuel Ramos Vallecillos, ex Gobernador civil de Las Palmas”, acordando la Comisión que la petición pasara al Ministerio de Hacienda. No hemos conseguido averiguar si se materializó dicha petición. De todas formas, de obtener la pensión, sería por muy poco tiempo, ya que la madre de nuestro paisano falleció en Berja el día 28 de enero de 1940, a la edad de 79 años.
Por último, en nuestras investigaciones hemos encontrado el requerimiento del Juzgado Instructor Provincial de Sevilla dependiente del Tribunal Regional de Responsabilidades Políticas de 25 de marzo de 1942, en el que se cita a vecinos de casi todos los pueblos de Sevilla para instruirles expediente, entre ellos a “Juan Manuel Ramos Vallecillo y a Teresa Vega López, vecinos de Carmona”, por lo que deducimos que el último domicilio conocido que tuvo fue el de este pueblo sevillano.
Recuperación de su memoria. Con la vuelta de los primeros Ayuntamientos democráticos en los años ochenta, se recuperó la memoria de Juan Manuel Ramos Vallecillos, y con fecha 16 de agosto de 1985, el pleno del Ayuntamiento de Berja acordó dar su nombre a una calle de la barriada de Alcaudique, donde nació y pasó su infancia y gran parte de su juventud este ilustre virgitano, fallecido a la edad de 44 años.
En la actualidad, son cada vez más los historiadores y Asociaciones andaluzas de la Memoria Histórica, que se están interesando por las personas desaparecidas durante la represión franquista, como es el caso de Juan Manuel Ramos Vallecillos, habiéndose elaborado un mapa de fosas comunes por toda Andalucía, según proyecto financiado por la Consejería de Justicia
y A.P. de la Junta de Andalucía de fecha 8 de marzo de 2009, y ya han comenzado a realizarse las primeras excavaciones y exhumaciones en las fosas comunes del cementerio sevillano de San Fernando amparadas por la Ley de Memoria Histórica (Ley 52/2007, de 26 de diciembre), que se ha complementado con la
Ley de Memoria Histórica y Democrática de Andalucía (Ley 2/2017, de 28 de marzo) y con el Anteproyecto de ley de Memoria Democrática aprobado por el Consejo de Ministros en fecha reciente (15 de septiembre de 2020). Juan Manuel Ramos Vallecillos fue una víctima más de la represión nacionalista indiscriminada, que se implantó en Sevilla, tras el triunfo de la sublevación militar encabezada por el general Queipo de Llano, un republicano converso que terminó combatiendo a sus propios compañeros republicanos.
Autor: José Ruiz Fernández
BIBLIOGRAFÍA
RUIZ FERNÁNDEZ, José (1999): De la II República a la Guerra civil. Berja (1931-1939). Arráez Editores, S.L. Mojácar.
GARCÍA MÁRQUEZ, José María (2012): Las víctimas de la represión militar en la provincia de Sevilla (1936-1963). Editorial Aconcagua Libros – AMH y JA. Sevilla.
DÍAZ ARRIAZA, José (2016): Ni localizados, ni olvidados. Las fosas del Cementerio San Fernando de Sevilla (1936- 1958). Editorial Aconcagua Libros. Sevilla. A
LCARAZ ABELLÁN, José y PÉREZ GARCÍA, José Miguel (2018): Gobernadores de la última provincia. Las Palmas, 1927-1982. Control socio-político y centralización. Colección Universidad. Mercurio Editorial. Madrid.
RUIZ FERNÁNDEZ, José (2020): “Juan Manuel Ramos Vallecillos”. Diccionario Biográfico de Almería. Editor: Julián Pablo DÍAZ LÓPEZ. Instituto de Estudios Almerienses. Edición electrónica.