Las intensas lluvias que estos últimos días han caído por toda España se han convertido en un diluvio en la Alpujarra. Como consecuencia de ello, el Río Verde, el río de Benínar, trae una autentica riada. El pantano, con las compuertas abiertas y desaguando, se está llenando a una velocidad increible. Al ritmo que va, si no para la entrada de agua, el pantano se llenará completamente dentro de una semana. Esperemos que esta súbita  entrada de agua en el pantano no afecte negativamente al maltrecho cementerio antiguo.

En Capileira han caido en seis días alrededor de 1.000 litros por metro cuadrado (240 en Nochebuena), unos 400 litros por metro cuadrado en Murtas y Bayárcal y sobre 300 en el Puerto de la Ragua. En el propio patano de Benínar la precipitación se ha acercado también a 300 litros por metro cuadrado: el agua de todo

un año en 6 días (la mitad en tan solo 2 días), tanta agua como en la nube del 73, aunque afortunadamente más pausada, menos torrencial, ya que en aquella ocasión fue en solo 6 horas. Pero el agua está ahí y se dirige hacia el Pantano de Benínar.

Y todo esto podemos saberlo al instante gracias a la información que en su página web va aportando hora a hora la Agencia Andaluza del Agua. A partir de esta información se ha elaborado el siguiente gráfico donde se recoge la lluvia en litros por metros cuadrado que han caido en Benínar estos últimos días. El 23 y el 24 la precipitación ha sido la máxima, con más de 60 litros, mientras que los días 21, 22, se ha acercado a 40 ltros, y los días 25 y hoy 26 ha rondado los 30 litros.

Como consecuencia de este extraordinario caudal del río, más el agua que por los barrancos y ramblas adyacentes al pantano, como la Rambla de Murtas, cuyos caudales no están medidos en la cifra anterior, el pantano ha subido su volumen almacenado de tan solo 2 hectómetros cúbicos a más de 18 hectómetros cúbicos (tarde del 26 de diciembre de 2009), casi un tercio de su capacidad, en 3 días.

A este ritmo, en una semana más o menos, el agua saltará por el aliviadero, ya que el pantano se habrá llenado aunque se esté desaguando por el fondo con todas las compuertas abiertas.

El que se desagüe cuando llega una riada es completamente imprescindible ya que con el agua viene una gran cantidad de materia sólida, de sedimentos, que si no se dejan salir inmediatamente por el fondo, harán que el pantano se aterre y pierda buena parte de su capacidad. Cada hectómetro cúbico de agua de arrastre que llegue, y no salga, puede incluso hacer perder hasta medio hectómetro cúbico en la capacidad del pantano. Es decir, si no se desagua con la máxima celeridad el pantano quedará inservible.

Hay algo que provoca un cierto miedo: la inestabilidad de la muy quebrada losa que cubre el antiguo cementerio de Benínar. Debajo de esta losa reposan todavía los restos de muchos benineros.

Fuente: Blog plaza de Benínar