Más de medio centenar de viviendas del barrio Cerro Matadero de Berja esperan una remodelación porque en los últimos años «se hace imposible vivir aquÃ, tenemos humedades, hay habitaciones a las que ya no entramos, se caen los techos, hay bichos…», asegura una vecina de la zona, donde la mayorÃa de los ciudadanos son de etnia gitana.
Según la visita que realizaron ayer a este barrio, a escasos metros del centro, el alcalde virgitano, Antonio Torres, y la delegada de Obras Públicas y Vivienda, Ana Vinuesa, ambas administraciones aseguran que son 59 casas las que esperan su rehabilitación, a pesar de que ya estaba contemplada una actuación en el Plan de infravivienda de hace dos años «pero por problemas burocráticos o ahora de presupuesto» se ha ido retrasando.
DifÃcil actuación
En total la necesidad afecta a unas «400 personas, porque viven varias familias juntas en esas viviendas. Hay que hacer una actuación integral en el barrio, desde el Ayuntamiento ya hemos hecho limpiezas exhaustivas, se le ha dotado de los servicios básicos de que carecÃa, pero hace falta mucho más», asegura el regidor. Vinuesa comprende las miradas de los vecinos, «unos rostros que nos advierten que no se ha actuado con la diligencia que se precisa», pero pide más paciencia y anuncia que las actuaciones en materia de infravivienda en la provincia de AlmerÃa «siempre son una prioridad. A mà me da pudor hacer este tipo de visitas pero hay que verlo y actuar con diligencia, y tenemos que permitir la desconfianza de la gente ante estos retrasos».
La delegada matizó que la intervención que necesita el barrio, donde estuvo ayer por primera vez aunque «por mi trabajo en La Chanca ya me imaginaba lo que iba a encontrar», es «difÃcil por la propia ubicación de las viviendas, y es difÃcil ver en cuales es prioritario actuar. Ahora mismo nos planteamos dónde hacerlo, cuales serán las principales intervenciones y espero que se pueda hacer con alguna partida presupuestaria, aunque no sea la totalidad pero que podamos atajar las situaciones más difÃciles».
Aún asà reconoció que «hay muchas situaciones difÃciles en este barrio». La delegada se mostró preocupada y se comprometió «a trabajar contrarreloj» aunque sà reconoció que algunas de las viviendas que estaban en el programa de infravivienda ahora son ruinas.Acerca de la inversión necesaria, no se dieron cifras, pero sà se matizó que «debe haber una inversión conjunta por parte de Junta y Ayuntamiento, no sólo se debe actuar en la recuperación de las viviendas, sino que es necesaria una reurbanización y facilitar los accesos. HabrÃa que liberar espacios también». Ayuntamiento y delegación volverán a reunirse para delimitar las actuaciones y Torres asume su compromiso «como ya lo hicimos con el tema de electricidad, agua o viales, hay que concretar las actuaciones que hará Vivienda e iremos trabajando a la par». Aún asà no se habló de plazos para empezar a rehabilitar las casas, a pesar de que muchas de ellas, como ya pasó hace unos dÃas con una, se caen y suponen un peligro para las personas. La familia que tuvo que ser desalojada ante el derrumbe del techo de la vivienda el pasado 9 de julio «está viviendo en otra casa, con una ayuda que se le ha dado desde Servicios Sociales para pagar tres meses de alquiler, y la vivienda se ha declarado en ruina», anunció Antonio Torres.
Todo ello pese a que en abril de 2009 el Ayuntamiento de Berja y la entonces delegación de Vivienda y Ordenación del Territorio firmaron un convenio que según se anunció beneficiarÃa a unas 50 familias de ese barrio virgitano y en el que el gobierno andaluz financiarÃa los 1,6 millones de euros que costarÃa esa actuación a través del Plan Concertado de Vivienda y Suelo 2008-2012. Se hablaba de que cada vivienda recibirÃa una ayuda máxima de 30.000 euros «pero no nos han dado nada», asegura un vecino.