gallinasparaacabarconlasplagasEl control biológico de plagas, convertido en el principal baluarte hoy día de la hortofruticultura almeriense, tiene también sus inconvenientes. Su generalización ha provocado en este inicio de campaña el rebrote de algunas plagas, que los productos químicos tenían controladas (incluso eliminadas) y que ahora vuelven a aparecer porque no hay aún depredadores o enemigos naturales con las que combatirlas. Uno de estos casos es el de un escarabajo, conocido popularmente como ‘falso gusano del alambre’.

 

Este insecto, endémico de la zona de Dalías y que ha comenzado a extenderse por otras partes, puede hacer daños en plantas de pimiento, calabacín, pepino y, según los últimos casos detectados, también en berenjena. «Los agricultores sueltan gallinas para que se coman estos escarabajos y así los controlan», explicó el entomólogo Jan van der Blom, responsable del departamento de control de plagas de Coexphal. Evidentemente las sueltas de gallinas en el invernadero se hacen antes de que la finca sea plantada, ya que de lo contrario este ave picaría directamente al fruto de la planta. «Este escarabajo, cuando es adulto puede alcanzar hasta un centímetro, y las gallinas son útiles porque se lo comen al igual que pueden hacerlo con otros insectos del suelo», observó Jan van der Blom. La solarización Otra técnica utilizada por los agricultores para atacar a este escarabajo es la solarización. Sin embargo, este sistema que desinfecta el suelo no elimina definitivamente al ‘falso gusano del alambre’. «Se solariza el suelo y va bien, pero esto no acaba por completo con este escarabajo», describió José Antonio Navarro, agricultor de Dalías y presidente de PROA, la asociación de productores de Coexphal adherida a UPA-Almería. Al igual que con este escarabajo, Dalías y Berja han sido testigos de la mutación de una especie, la ‘cochinilla algodonosa’ que desde hace pocos meses se ha introducido también en el pimiento de invernadero. «Esta cochinilla existe desde siempre, pero hasta el momento nunca había atacado dentro de un invernadero», describió Navarro, «a partir de ahora hay que buscar un depredador o un insecto auxiliar que pueda acabar con ella».

La «cochinilla algodonosa» en pimiento

La pasada campaña por vez primera se constató que la llamada ‘cochinilla algodonosa’ podía atacar a cultivos bajo abrigo, concretamente en la zona de Dalías; aunque se ha extendido en esta campaña a El Ejido. Hasta ahora sólo se ha documentado en pimiento. Esta cochinilla provoca manchas oscuras en la planta y la aparición de hongos negros, lo que da al pimiento un aspecto de suciedad. «El orius mayusculus lo ataca, pero no acaba con él; y hay que tener cuidado al entrar y salir de la finca porque es fácil arrastrarlo con la ropa a otro sitio», advirtió José Antonio Navarro. Van der Blom reiteró que «todavía hay mucho por trabajar y descubrir en control biológico, un ejemplo es esta cochinilla».

Fuente: La Voz de Almería