Carmen EnríquezEsta periodista nacida en Berja (Almería) tiene una hija de la edad de la Princesa Letizia y pasó 17 años como corresponsal de la Casa Real para TVE. Hasta le sacaban parecido con Doña Sofía, comentario que ella lleva fatal por considerarlo «pretencioso». Carmen Enríquez acaba de escribir con Emilio Oliva ‘Los Príncipes. Preparados para reinar’.

-Tras siete años, ¿ya está Doña Letizia preparada para reinar?
-Letizia no va a reinar. Va a ser reina, pero consorte. Está preparada para apoyar y complementar el trabajo de su esposo.
-En su libro algunos critican a la Princesa por no situarse ‘un paso por detrás’ del Príncipe.
-Un experto en protocolo nos dijo que a Letizia lo que le ha costado más es aprender a callar y a estar en ese segundo plano. Ella es muy espontánea y a veces puede traicionarle su condición de periodista.
-Eso del pasito por detrás suena machista.
-No es porque ella sea mujer, sino porque el heredero es él. Si él fuera consorte también debería estar un paso por detrás.
-Al Príncipe podría pasarle lo que a muchos de su generación: Sobradamente preparado para rey, sí. Pero no hay curro.
-Je, je. No parece que el Rey vaya a abdicar y es normal. La diferencia con otros de su generación es que Don Felipe el puesto de trabajo, en principio, lo tiene asegurado.
Cuenta que la Zarzuela prepara una estrategia para lanzar la figura política del Príncipe…
-Así es.
-¿Ha entrado en ‘campaña electoral’ Don Felipe?
-Sin elecciones a la vista, pero podría decirse que sí. Se trata de darle a conocer mejor. La operación del Rey creo que les ha hecho ver que las cosas no son eternas. Don Juan Carlos ya ha empezado a delegar. También quieren actualizar la página web de la Casa Real, que se ha quedado un poco antigua.
-He oído que la Princesa podría tener un blog.
-Lo están sopesando seriamente. Pero un blog siempre entraña riesgos. Sería terrible que los ‘trolls’ lo manipularan.
-Hay un capítulo en su libro sobre los defectos de Letizia…
-Hemos hecho muchas entrevistas en este libro y le aseguro que es más fácil que la gente te señale los defectos de ella que los de él. Quizá porque con el Príncipe se cortan más.
-¿Echó doña Letizia de casa a ‘Pushkin’, el perro del Príncipe?
-Se ha exagerado con eso. Parece que le hubiera dado la patada. Y no. A ella por lo visto el grado de convivencia que tenía Don Felipe con los perros no le parecía oportuno.
-Eso abona la teoría de que Letizia es mandona.
-Es una persona de carácter.
-¿Está dolida por las críticas a su atuendo del 12 de Octubre?
-Seguro. A la Princesa no le gusta que la gente esté tan pendiente de su ropa. A mí la de ese día no me pareció muy adecuada. Además, creo que pasó frío. Tenía cara de frío.
-¿La ha visto comer tanto como dicen?
-Sí, con buen apetito. Cuando trabajaba en la tele estaba más rellenita, pero no tenía cincuenta millones de pares de ojos puestos en ella. Creo que los nervios y la tensión consumen muchas energías. Su afán de perfeccionismo le hace estar muy tensa a veces.
-¿Y esa vocación casamentera de la Princesa?
-Sí, sí. A la madre de una periodista le comentó en broma: «¿Qué vamos a hacer con tu hija? Se le va a pasar el arroz…». Ella recomienda el matrimonio a todo el mundo.
-En la contraportada de su libro casi se da por hecha la mala relación entre Letizia y sus cuñadas.
-¿Quién no ha tenido un pequeño desajuste con sus suegros o cuñados? Sin embargo, la sangre no ha llegado al río.
-¿Es cierto que el Príncipe hubiera querido ser astrónomo?
-Dicen que habría sido muy bueno. Le encanta esa materia.
-También habla de sus gallos… ¿Problemas de garganta?
-No creo. Yo más bien los asocio a su timidez.
-¿Es verdad que el Príncipe no suele llevar ni un euro?
-Uno de sus amigos nos dijo que cuando sale con ellos Don Felipe normalmente no lleva dinero encima y nos pareció un detalle curioso. No creo que sea por ahorrativo, sino por costumbre. En los viajes oficiales siempre hay alguien de Secretaría que se encarga de pagar.
-¿Será posible que la infanta Leonor haya dicho que «hay que comer espinacas, porque tienen antioxidantes»?
-Esa anécdota la refirió la propia Princesa. Leonor es muy espontánea y creo que habla muchísimo, pero también le han enseñado a no contar las cosas de casa.

 

Fuente: DIARIO IDEAL