DecÃa Homero que «la cuestión en la vida no es saber mucho, sino olvidarse de poco», algo importante sin duda para nuestros mayores, quienes a diario se enfrentan a enfermedades y dolencias que se interponen entre ellos y su cabeza, entre su memoria, sus recuerdos y su palabra.
Por ello en la Unidad de Estancias Diurnas de Berja, donde acuden varios usuarios con Alzheimer, han tenido una buenÃsima idea para que los mayores no olviden nunca quiénes fueron y puedan transmitÃrselo a sus hijos y nietos. Como una de las actividades centrales de la celebración de su cuarto aniversario, el personal del centro ha estado trabajando varios dÃas con los 16 mayores que acuden a diario y con sus familiares para hacerles un bonito regalo: el libro de la vida. Se trata de cuadernillos realizados sencillamente con hojas de papel y cartulina pero que encierran el mejor de los tesoros de cada unos: sus recuerdos. Escrito a mano, como el mejor de los legados que dejarán, Choni, Clemencia, José, Juanito, Patrocinio, Lola, Gádor, Carmen, Francisca, Isabel y muchos más usuarios, tienen en sus manos un pequeño resumen sobre dónde y cuando nacieron, donde vivieron, sus primeros amores, sus aventuras, penas y alegrÃas. En definitiva, muchos datos que algunos de ellos ya no recordaban pero que gracias al trabajo del personal de la unidad y a sus familiares ya no se perderán.
«CreÃamos que era algo importante hacer esta actividad porque a ellos les va a venir muy bien, nos hemos reÃdo mucho recordando anécdotas y a sus familias también les ha parecido una buena idea», asegura Emi, directora de la UED. Como quien teje un tapiz con sus recuerdos, estos mayores de Berja podrán recordar ahora mejor esas ‘batallitas’ que las nuevas generaciones ahora parecen querer esquivar pero que después echarán de menos, porque en definitiva es tener información sobre ellos mismos, sobre sus raÃces. Los 16 usuarios que a diario acuden a las instalaciones de la UED, todos ellos mayores de 65 años en situación de dependencia, han vuelto a rememorar su juventud y años de niñez ya que en este proyecto han descrito su historia de vida a través de anécdotas y recuerdos más entrañables. Este libro lo compone no sólo la historia de vida de cada usuario, sino un árbol genealógico y fotografÃas. Información que ha sido facilitada por los familiares, sobre todo de los usuarios con deterioro cognitivo.
Los libros, elaborados en colores, se entregaron el pasado viernes, cuando la Unidad de Estancias Diurnas celebró su cuarto aniversario con una jornada festiva en el propio centro en compañÃa de algunos familiares y a la que se invitó además al primer usuario que llegó hace cuatro años y que ahora está en la residencia. Asistieron asimismo a la actuación de Lolita la Virgitana (una trabajadora del centro se caracterizó de cantante) y compartieron una comida especial con una gran tarta como guinda. En el acto además les acompañó la edil de Asuntos Sociales del Ayuntamiento de Berja, MarÃa Luisa Cruz, quien destacó «el gran trabajo y servicio al pueblo que supone este centro». Al soplar las velas llegaron los deseos de continuidad para este centro que ayuda a mejorar la calidad de vida y autonomÃa personal de los mayores de Berja y su entorno. «Aquà somos una familia, desayunamos, comemos y jugamos o hacemos excursiones, toman su medicación, les aseamos y tienen servicio de fisioterapeuta», destaca la directora.
En la actualidad el centro dispone de plazas libres que pueden ser cubiertas por aquellas personas interesadas que cumplan con los requisitos: tener más de 65 años y estar en situación de dependencia. Además del servicio entre semana, la Unidad de Estancias Diurnas de Berja también abre sus puertas los fines de semana y festivos, con la intención de ofrecer el Servicio de Respiro Familiar a aquellas familias que lo soliciten.