RestauraciónEl taller organizado por la Asociación Afammer, que ha contado con el patrocinio del Ayuntamiento de Berja y el Ministerio de Sanidad y Política Social, ha terminado ya los trabajos de restauración en las puertas de la sacristía de la iglesia virgitana de la Anunciación, que fueron presentadas ayer miércoles, ocho de diciembre, a los feligreses y los interesados en este bien cultural de la localidad.

La presentación comenzó con una intervención del director del Centro Virgitano de Estudios Históricos, Antonio Campos, quien relato la historia de estos elementos de la iglesia, de gran valor cultural. El historiador destacó que estas puertas habían sido confeccionadas en 1763, en el original templo barroco que se derrumbó con el terremoto que azotó la localidad en 1804. Las puertas, no obstante, se salvaron de la destrucción y fueron utilizadas en la construcción del nuevo edificio, agrandándolas para su nuevo destino.

Campos realizó hincapié en la gran calidad de ambas, realizadas en madera de caoba y pino, con profusión de talla de estilo rococó, en la que destaca como elemento iconográfico una granada, representación alegórica de la diócesis a la que pertenecía Berja cuando se confeccionaron las puertas, además de símbolo de unidad de los cristianos.

Tras el director del CVEH, la presidenta de Afammer, Rita Mateos, resaltaba la tarea desarrollada en la restauración de las puertas por el grupo de alumnos del taller que, según explicaba la monitora del curso, Aurelia Gordillo Jordán, estaba formado por catorce mujeres y un hombre, durante dos meses, del 27 de septiembre al 23 de noviembre.

Los operarios comenzaron aplicando decapante y disolvente y después, usaron quitacementos para eliminar una aguada de cemento que tenían aplicadas las puertas. El paso siguiente fue la utilización de líquido antipolilla, y cubrirlas con plástico durante 48 horas, para acabar definitivamente con estos insectos.

Tras retirar el plástico, los trabajadores retiraron definitivamente los restos de pintura, utilizando estropajos, y dejando paso al lijado.

El carpintero local, Antonio Carreño, recuperaba los elementos más deteriorados de las puertas, devolviéndole así la armonía. La intervención se cerraba con la aplicación de un barniz incoloro de poliuretano.

El alcalde de Berja, Antonio Torres, felicitó a los participantes en el taller de restauración por la gran labor desarrollada y precisó que estas puertas son un buen ejemplo del patrimonio histórico-artístico que posee el municipio. La presentación concluía con las intervención del párroco, José Rodríguez, quien agradecía a instituciones y personas su labor en este proceso y manifestó su deseo de seguir contando con su apoyo para continuar con la conservación del rico patrimonio artístico local.