Han solicitado una solución a la Junta de Andalucía para que no se vean obligados a hacer «16 kilómetros más para ir a la finca» En el centro de una recta con visibilidad, en la vía A-358, en uno de los puntos que une las localidades de Dalías y Berja, la regulación del tráfico obliga a los agricultores que se incorporan a la vía, una vez finalizada su jornada laboral, dirigirse hacia Berja. La mayoría de los productores habitan en Dalías, que dista de este punto a menos de dos kilómetros. Sin embargo, explica José Maldonado, «nos vemos obligados a hacer 8 kilómetros de ida y otros 8 de vuelta para llegar al mismo punto, y eso dos veces al día, sólo para ir a casa, o cruzar la vía para llevar el género a las empresas hortofrutícolas que se encuentran justo enfrente de la incorporación a la carretera A-358». «Este problema diario repercute en más de 200 familias que tienen su invernadero en el Paraje de los Llanos de Dalías», asegura Maldonado. Este agricultor considera insostenible por más tiempo esta situación que sufren desde hace ahora cinco años. Maldonado explica que «este punto, visto que no conlleva peligro alguno, se ha convertido en un punto de recaudación de la Dirección General de Tráfico, ya que al menos dos veces por semana el helicóptero merodea por la zona y no se va hasta que no ‘caza’ a algunos que evitan tener que hacer tanto kilómetro para regresar a su casa o llevar las hortalizas al almacén». Este hecho, asegura Guillermo Luque, gerente de Daliber, «se ha intensificado en el último año». «Por ello nos sentimos acosados por la DGT y no es algo que afecte a unos pocos, sino que, además de los agricultores y sus familias, también afecta a los trabajadores de las empresas hortícolas, Frutas Matillas y Daliber, que hay en la zona», asevera Maldonado.
Estos agricultores, señala José Maldonado, «entenderíamos que la regulación del tráfico en este punto concreto fuese inamovible, si en toda la vía primasen los argumentos que exponen en la Administración para ello, pero visto que a lo largo de la carretera, en puntos con menos visibilidad se puede girar a la izquierda, sin más, entendemos que no es así que se han cebado con nosotros, que hay una persecución contra nosotros». Comenta este agricultor que «es curioso que, justo en la curva siguiente, con el peligro que conlleva, se permita lo que no se permite en plena recta. La verdad es que no sabemos qué hacer porque cada vez que hemos acudido con este problema a la Delegación al poco tiempo nos han puesto más difícil las cosas. Parece que es mejor callarse y no solicitar soluciones a nuestros problemas en la Junta de Andalucía», afirma Maldonado.
Cinco años
Una de las empresas afectadas por la señalización del tráfico en este punto, es Daliber, desde donde han elaborado un informe con el que han tratado de argumentar las solución que piden, sin que hayan obtenido respuestas, «pero sí represalias», valora su presidente, Rafael García Oña. Uno de los encargados de elaborar el informe presentado es el gerente de Daliber, quién expone resignado lo que están padeciendo en este centro hortofrutícola. «Esta es una historia de hace ya 5 años. Un día cualquiera fui acceder a mi puesto de trabajo y mi sorpresa fue que me encontré con una señal de prohibido girar a la izquierda, no podía acceder como siempre a mi puesto de trabajo, tenía que hacer 16 kilómetros extra. No llegaba a entender, y sigo sin entenderlo, el porqué de esa señal de prohibido girar a la izquierda, si para cruzar hay visibilidad suficiente y no se obstaculiza el tráfico». Al día siguiente, recuerda Luque, « un grupo de agricultores, se quejaba de la situación, de la imposibilidad de acceder a la empresa sin tener que dar semejante vuelta, y es que como comprobamos, se habían instalado más señales de prohibido girar a la izquierda, ya no sólo éramos los perjudicados dos empresas hortofrutícolas sino que se perjudicaba a todos los agricultores de la Zona del Llano de Dalías».
Ante el descontento de todos los productores, clientes, proveedores, acreedores, transportistas y personal de las dos empresas afectadas, además de todos los agricultores de la zona del Paraje del Llano, detalla el gerente de Daliber «el día 13 de junio de 2008 presenté un escrito en la Delegación de Obras Públicas y Transportes de la Junta de Andalucía solicitando que buscarán una solución al problema que teníamos. No nos han dado ninguna respuesta hasta el momento, a pesar de haber mantenido varias reuniones con cuatro delegados de Obras Públicas de la Junta de Andalucía diferentes». Sin embargo, «más que solucionar, siempre han ido un poco más allá y además de las señales de prohibido, más tarde, pintaron una línea continúa donde antes había discontinua».