La nieve, pero sobre todo las heladas nocturnas, dañaron seriamente el campo almeriense en la noche del 28 de enero de 2005. La cosecha de hortalizas registró pérdidas del 70%, que fueron totales en el caso del tomate en la zona de Níjar. En el Levante, se perdieron las cosechas de cítricos quedando afectadas también las de lechuga, alcachofa y espárrago.
En esos días España vivía una ola de frío que según el jefe de Meteorología afirmaba que «hay que remontarse» a épocas de en torno a 1985 para encontrar algo comparable, porque «no es una situación que ocurra todos los años».
La imagen corresponde a unos invernaderos a escasos metros de la playa de Balanegra.