La experiencia siempre fue un grado y en el fútbol también. Con la cabeza teñida de blanco por la edad, el virgitano es uno de esos futbolistas con más tablas que, a sus 34 primaveras, aporta la sabiduría adquirida al Real Mallorca tras una vida dedicada al deporte rey. El centrocampista forma parte de un vestuario que sueña con meterse en el ‘play-off’ de ascenso a Primera División, y en su condición de líder natural dio las claves para que el cuadro bermellón acabe el curso entre los seis primeros.
Salva Sevilla abandonó su Almería natal para hacerse un nombre en el panorama futbolístico. Dejó el Poli Ejido en 2005 para probar suerte en la cantera del Atlético de Madrid primero y después en la del Sevilla; pero fue en su etapa en el Salamanca donde terminó por explotar su potencial allá por 2008, de ahí que el Real Betis apostase por él en 2010. Al lado de Rubén Castro y Jorge Molina vivió sus mejores años antes graduarse definitivamente en LaLiga con otros tres años en el Espanyol (2014-2017). Más de una década después de abandonar su hogar, el de Bérja aún conserva la ilusión de un debutante.
Pide mayor compromiso de los suyos a domicilio
Por ello, apostó por el reto de reflotar a un histórico en apuros. En el verano de 2017, Salva Sevilla se comprometió con el Real Mallorca, decimoctavo equipo con más partidos en Primera pero que por entonces había caído al pozo de la Segunda División B. Apenas un año después, disputa la categoría de plata con los mallorquines, y no quiere retirarse sin antes llevar al Mallorca hasta LaLiga Santander, lugar que por historia le corresponde. Las claves para acabar entre los elegidos están claras a su entender, dado que ya vivía un objetivo similar con el Betis. A diferencia del Betis de 2011, el Mallorca no parte como aspirante al ascenso directo, pero la puerta a la vía del ‘play-off’ sigue abierta en las apuestas deportivas, con solo dos puntos menos que el sexto clasificado tras la disputa de 25 jornadas de la fase regular y con otras 17 por delante.
El ex del Espanyol tiene claro que para dar el salto hasta los seis primeros clasificados el Mallorca debe mejorar sus prestaciones lejos de Son Moix. Los números no mienten. Entre los diez primeros clasificados, el Mallorca es el equipo con peores registros a domicilio, con solo ocho puntos de 39 posibles cosechados. Esa pizca de mayor competitividad le pide Salva a los suyos en el momento clave de la temporada. Después de todo, la Segunda es una categoría muy cambiante para lo bueno y lo malo, y dos victorias pueden hacer que todo se vea de manera más positiva. No obstante, no cree que la racha negativa como visitantes se deba exclusivamente a un tema deportivo, ya que no han tenido, a su juicio, arbitrajes muy favorables lejos de casa y ha pedido la inclusión del VAR en Segunda.
Con 17 jornadas de la temporada regular y un posible ‘play-off’ en el horizonte, Salva Sevilla no renuncia a la posibilidad de experimentar un ascenso a Primera con el Mallorca como el que vivió en su día con el Betis. Ya sabe lo que es ascender de Segunda B a Segunda con su actual equipo, y toca puntuar de manera regular fuera de casa para repetir un guion similar por segunda temporada consecutiva.