Las obras para proceder al sellado del vertedero de residuos inertes de Berja que la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul licitó el pasado mes de octubre por un importe de 2.204.744 euros, han recibido una docena de ofertas de empresas para ejecutar esta actuación que tiene por objetivo la reducción de los riesgos ambientales y sanitarios.
En concreto, las doce empresas compiten en el proceso de licitación para eliminar el vertedero ubicado en la carretera de Berja a Benínar que está compuesto principalmente por residuos inertes de la construcción, restos vegetales y escombros, con taludes de vertido superiores a los 20 metros de altura y que ocupan una superficie aproximada de 4.831 metros cuadrados.
El punto de inertes, actualmente «inactivo» y con un presellado de clausura realizado por el Ayuntamiento de Berja, está situado a unos tres kilómetros al oeste del barrio de San Roque y afecta a una superficie de 10.521 metros cuadrados de terreno de titularidad pública y privada.
Por su parte, el daño medioambiental y los posibles desprendimientos de los taludes del barranco son los principales riesgos que presenta este espacio que, además, carece de un sistema de drenaje, por lo que las escorrentías «discurren sin control desde los puntos altos a los más bajos del terreno». Asimismo, se aprecia un riesgo asociado a la contaminación de los suelos y de aguas superficiales o subterráneas «en el caso de que se produjera su infiltración».
El espacio se divide en dos partes diferenciadas: por un lado, una plataforma de coronación llana donde la acumulación de residuos «es menos evidente, a causa del sellado previo»; y por otro lado, un talud inclinado que limita a la plataforma y que desemboca al Barranco de Cintas donde «el afloramiento de inertes es más notorio».
El propósito de esta actuación es evitar el colapso y los desplazamientos indeseados de los residuos, que podrían perjudicar la capa de cobertura. Esto permitiría mantener los residuos aislados, prevenir la filtración del agua de lluvia en el área de vertido y disminuir tanto la erosión como la generación de lixiviados.
Entre las acciones principales para el sellado del vertedero se incluyen la limpieza y preparación de los vertidos existentes en la parcela, la colocación de las capas de sellado, la adecuación del drenaje de las aguas superficiales y la construcción de un muro de escollera junto a otras obras complementarias.
Asimismo, se llevará a cabo la revegetación con especies propias de la zona y se restringirá el acceso al área del vertedero mediante la instalación de un cerramiento perimetral.