La sexualidad siempre ha sido un tema tabú en la sociedad, aunque, en los últimos años, el mundo ha vivido una especie de liberación sexual bastante considerable. Lo empezamos a ver con la proliferación de las tiendas eróticas, pero la idea terminó de asentarse cuando las nuevas tecnologías a internet explotaron.
Accedemos a más información que nunca, y eso nos permite tener acceso a muchos más detalles sobre cualquier aspecto que despierte nuestro interés. Eso, entre otras cosas, es lo que ha permitido a más parejas explorar los nuevos horizontes de las relaciones íntimas ojeando catálogos de tiendas o simplemente informándose de los juguetes eróticos en tendencia o las prácticas menos habituales.
Sea como fuere, el mundo del erotismo y la sexualidad se ha abierto como nunca antes gracias a la tecnología. Aunque también cabe decir que precisamente la tecnología es la que está empezando a trazar el nuevo horizonte del placer íntimo. Los avances tecnológicos nunca frenan, y eso ha llevado a muchas empresas a buscar nuevas formas de elaborar juguetes o de hacer nuevos juguetes sexuales.
Porque a las personas del siglo XXI no les sirve con echar un ojo a los catálogos de siempre. Desde los disfraces hasta los nuevos dildos se apoyan cada vez más en las nuevas tecnologías. Y eso, sin duda, nos lleva a echar un vistazo a la nueva generación de juguetes sexuales porque, desde luego, están liderando una nueva liberación sexual.
La tecnología que alimenta a los nuevos juguetes eróticos
El internet de las cosas, los cada vez más presentes productos smart, la robótica, las inteligencias artificiales… Todo esto es solo una parte del cóctel tecnológico al que miran los nuevos juguetes sexuales. Hay un enorme cambio en camino, aunque de fondo se siga persiguiendo el placer en su forma más pura.
Algo interesante sobre todo para parejas o para personas que buscan probar cosas nuevas y quieren saber qué se está preparando entre bambalinas. Hay propuestas muy recientes, como por ejemplo los EasyToys flesh light, que han evolucionado considerablemente en los últimos años con más sensaciones y movimientos. Algo impensable hace tan solo una década, pero que es tan solo un adelanto de lo que está por llegar.
A la vista está el auge que tuvo el Satisfyer durante el último año. Un producto diseñado por especialistas en la fisionomía femenina, especialistas en sexualidad y, por supuesto, equipos de diseño e ingenieros capaces de dar con la forma y el comportamiento perfectos para maximizar el placer.
El futuro mira justo en esa dirección, pero amplía un poco más los horizontes. Ya hay varias compañías trabajando en robots orientados al placer, tanto masculino como femenino, que están programados para simular el comportamiento de una persona durante las relaciones íntimas. Los prototipos terminaron su planteamiento hace ya dos años, pero dudosas cuestiones sobre ética y privacidad han hecho que no terminen de extenderse tanto como esperaban sus fabricantes.
Más allá de los robots sexuales, que acabarán masificándose tarde o temprano, están también los vibradores inteligentes. Sus diseños son cada vez más ergonómicos y orientados a la intensificación del placer, aunque también se apoyan en otras soluciones tecnológicas para garantizar el disfrute.
Por eso, algunos van conectados directamente a apps móviles para que sus usuarios puedan controlarlos en remoto o, incluso, establecer programaciones para que se comporten de formas concretas durante plazos de tiempo determinados.
Ocurre algo parecido con los nuevos anillos vibradores para parejas, con diferentes intensidades, un menor índice de ruido, mayor resistencia al agua y total adaptabilidad. Cabe mencionar que aquí también se pueden encontrar algunos productos que se controlan por remoto o se pueden programar a través de una app, aunque no son algo tan extendido como en el caso de los vibradores smart.
Y puede que parezcan algo sencillo, pero los nuevos juguetes sexuales, sobre todo vibradores, cada vez recurren más a los avances de la robótica para dar pie a diseños que sean mucho más placenteros.
Lo más interesante de toda esta situación es que no solo cada vez hay más juguetes sexuales para las parejas, sino que también cada vez hay mayor interés por ellos. Un estudio muy reciente elaborado por la marca Satisfyer reveló que un 73% de hombres tiene como fantasía que su pareja les regale un juguete sexual.
Algo que va ligado a esta mayor visibilidad que se está dando a los productos, como también a una eliminación de las barreras de los prejuicios que han estado tan presentes durante tanto tiempo. Interesante, además, porque esa misma encuesta de la marca revelaba que un 43% de hombres de entre 18 y 39 años no tendría problema alguno en recibir esta clase de productos como regalo de una amistad, fuera cercana o no.
Desde luego, las tendencias y creencias cambian, y aquí la tecnología ha tenido mucho que decir.