¿A dónde va el agua cuando tiramos de la cadena? ¿y cuándo dejamos el grifo abierto?
Ayuntamiento y empresa fomentan un uso responsable del agua/ L MontalvoEstas son algunas de las preguntas que se hacen muchos niños y que ayer trataron de responderles los profesionales del servicio de agua en Berja, de la empresa Aqualia, durante la visita que realizaron 35 alumnos del colegio San Tesifón a la estación depuradora de aguas residuales (EDAR), en una jornada de puertas abiertas a la que además asistieron varios miembros de asociaciones vecinales así como el alcalde virgitano, Antonio Torres, y la edil de Educación, Mª Luisa Cruz.
Durante esta visita, los responsables de Aqualia explicaron el proceso de depuración de las aguas residuales que se generan en los hogares una vez que éstas se van por el desagüe tras tirar de la cisterna, lavarse las manos o poner la lavadora, un importante aspecto del ciclo integral del agua que suele pasar desapercibido.
Los pequeños atendieron curiosos a las explicaciones que el jefe de planta de aqualia, Pedro Pardo, acompañado por Alejandro Jurado, jefe de Servicio en Berja, les daba a medida que les mostraba las distintas fases de este proceso en las instalaciones.
Once años de trabajo
La EDAR de Berja fue construida por la Confederación Hidrográfica del Sur, perteneciente al Ministerio de Medio Ambiente, y se puso en servicio en 1999.
Esta instalación recibe todas las aguas residuales del núcleo urbano y de los barrios más próximos al mismo (Benejí, San Roque, etc.), que llegan a la planta a través de la red de saneamiento y después de atravesar 4,5 km del colector general.
El caudal tratado es de aproximadamente 2.300 metros cúbicos al día, y tiene un caudal máximo previsto de 2.640 m3/día. Por estos datos, y teniendo en cuenta que la población de Berja es de 13.450 habitantes, se deduce que cada virgitano genera 171 litros al día de agua residual (ducha, wc, lavadora, fregadero, etc.).
El agua es indispensable para la vida, y aunque la utilicemos limpia, se acaba ensuciando. Si queremos que siempre sea útil, la debemos limpiar antes de devolverla a la naturaleza. Por eso se hacen las depuradoras, donde el agua sucia se limpia. Una depuradora en si, es una instalación donde el agua sucia se somete a un proceso en el que, por combinación de diversos tratamientos físicos, químicos y/o biológicos, se consigue eliminar en primer lugar las materias en suspensión, las sustancias coloidales y, finalmente, las sustancias disueltas.puertasabiertasaqualia2
Los técnicos de la EDAR de Berja explicaron que como no hay industrias contaminantes en la localidad la depuradora «es muy estable, además está muy bien dimensionada para la población a la que sirve». El agua que sale de la depuradora va a parar al río Chico, de donde se suele coger para regar los cultivos. SE explicó que llega sin carga contaminante, por lo que no afecta al río, y, es más, que no se utilizan productos químicos para la depuración. Una de las preguntas que realizaron los alumnos es que cómo el agua puede salir tan bien si entra sucia color chocolate y aprendieron que el agua llega por una reja, va a un pozo grueso donde se quitan los sólidos y luego se trata con bacterias y se separa después en un decantador, de donde sale el agua limpia. Y se incidió mucho en la necesidad de ‘buenas prácticas’, como no tirar basuras por el wáter, ni aceites o colillas para que el agua se pueda tratar bien.
Asimismo llamó la atención también que el olor que había en el ambiente no fuese tan fuerte como algunos esperaban, algo que se explica, según Aqualia, porque el agua tarda muy poco, una hora, en llegar desde Berja hasta la EDAR, un tiempo que por ejemplo en las depuradoras de El Ejido o Roquetas se eleva hasta las seis horas en algunos casos.
«El agua llega fresca y muy orgánica a la de Berja, no corrompida, pero en los otros municipios pasa más tiempo y se corrompe, por eso huele peor», se explicó.
Sin cocodrilos
Los niños, de cuarto curso de Primaria, no dejaron de asombrarse con el proceso de depuración, y no dejaron tampoco de asombrar a los trabajadores de la depuradora con la serie de curiosas preguntas que les hicieron.
Llegaron a preguntar a los responsables de Aqualia si nunca se habían encontrado con un cocodrilo, como a veces ha salido en la tele en otros sitios. Se les contestó que no, pero que sí aparecen tortugas.
Desde Aqualia están muy satisfechos con esta jornada de puertas abiertos, y ya piensan en realizar otra para alumnos de otro centro, poniendo de manifiesto su voluntad y compromiso, junto al ayuntamiento virgitano por difundir el sentido de responsabilidad que el conjunto de la sociedad debe desarrollar con respecto al uso responsable del agua.