teresa gonzalez concejalEn fechas recientes, el Partido Popular de Berja instaba, a través de una nota de prensa, al presidente nacional de su partido, el señor Rajoy, a seguir adelante con la reforma de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo planteada por el exministro de Justicia, Alberto Ruíz Gallardón.

El PP de Berja argumentaba en esa nota que «los programas electorales se hacen para cumplirlos y los españoles le otorgaron a nuestro partido una amplísima mayoría para que llevara a cabo el suyo, en el que se incluía la reforma de la Ley del Aborto» (sic). Resulta curioso, cuando menos, que el PP de Berja haya elegido este asunto para manifestar su disconformidad con la dirección nacional de su partido.

Desde el comienzo de la Legislatura, han sido muchas, y muy importantes, las ocasiones que han tenido para protestar contra el incumplimiento de promesas por parte del Gobierno. Nada se supo del PP de Berja cuando Mariano Rajoy decidió subir el IVA después de haber afirmado con rotundidad que no lo haría. Nada dijo el PP de Berja cuando, incumpliendo sus promesas electorales, el Gobierno implantó el copago para los pensionistas. No está habiendo objeciones del PP de Berja por el incumplimiento de aquella promesa de Esteban González Pons de crear 3,5 millones de empleos. Nada dijo el PP de Berja cuando la prima de riesgo de España llegó a su récord histórico bajo el Gobierno Rajoy, ni cuando éste pidió el rescate financiero de la Unión Europea mientras lo negaba.

Ninguna voz del PP de Berja se levantó en defensa de los trabajadores y clases medias cuando se subió el IRPF, después de que hubieran prometido que no se subirían impuestos. Tampoco ha protestado ningún miembro del PP de Berja cuando a los funcionarios se les ha congelado el sueldo una y otra vez o se les ha suprimido una paga extraordinaria, a pesar de que esa medida no estaba en el programa electoral. No se ha escuchado a nadie del PP de Berja quejarse de la derogación de facto realizada de la Ley de Dependencia, por falta de financiación.

Nadie del PP de Berja dijo nada cuando su Gobierno puso en marcha una reforma laboral «extremadamente agresiva» (según dijo De Guindos), abaratando el coste del despido, pese a las promesas en contra de su líder. Ningún miembro del PP de Berja expresó protesta alguna ante los recortes de becas. Nadie del PP de Berja se ha indignado con la escasa revalorización de las pensiones, por debajo del IPC. No ha habido queja alguna por la amnistía fiscal, cobijo de defraudadores y delincuentes, algunos de ellos de su propio partido. Y así un larguísimo etcétera. ¿Por qué ahora? ¿Qué ha hecho que el incumplimiento de este compromiso desencadene la protesta airada del PP virgitano? Tendrían que ser ellos quienes contestasen esa pregunta. Probablemente tratan de retener el voto ultraconservador que apoya a su partido de cara a las próximas elecciones locales o quizá se trate de una cuestión de conciencia, su particular línea roja personal. Si es así, hacen bien en protestar.

Lo que ocurre es que su electorado ultraconservador probablemente sea más exigente y no se conforme con una mera protesta que, como ellos saben, no va a llegar a ningún sitio. Si lo que quieren es ser coherentes, sería exigible algo más. Y el ejemplo se lo han dado dos de sus compañeros: Inmaculada Torrijos y Serafín Alcázar, ex concejales en el Ayuntamiento de La Solana (Ciudad Real), quienes dimitieron y justificaron su decisión con las siguientes palabras: «Ante la renuncia del actual Gobierno del Partido Popular, al cual representamos en el Ayuntamiento de La Solana, a modificar la ley que regula el derecho a la vida del concebido no nacido, no nos queda otra decisión que renunciar». Lo que hicieron estos concejales es la única decisión verdaderamente coherente con el planteamiento del PP de Berja, más allá de fuegos de artificio en la prensa local. Pero así como Rajoy, entre coherencia y votos, ha elegido votos, los concejales y concejalas del PP de Berja también han elegido. Y entre sueldo y conciencia, lo tienen claro: mejor el sueldo.

Teresa González Maldonado es secretaria de Cultura, Políticas Sociales e Igualdad del PSOE de Berja