Sobre las 6:00 horas de la madrugada del domingo 8 de agosto, agentes de la Policía Local de Berja en un control rutinario en calle Llano de Vilches hacia Castala observaron un vehículo que, al percatarse de la presencia policial, realizó maniobras que hicieron sospechar a los agentes.

Una vez interceptado se pudo observar como el conductor, un varón de 24 años y vecino de Berja, mostraba evidentes señales de conducir bajo los efectos del consumo de bebidas alcohólicas, y tras ser requerido por parte de los agentes a la realización de la prueba de alcoholemia se negó en reiteradas ocasiones.

Los agentes procedieron a la inmovilización del vehículo y a la investigación por un delito contra la seguridad vial puesto que negarse a realizar la prueba de alcoholemia puede constituir un delito de desobediencia que está recogido en el artículo 383 del Código Penal. La ley para estos casos contempla penas de prisión de seis meses a un año y privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta cuatro años.