La Audiencia Provincial de Almería acoge este jueves la vista oral contra K.S., el hombre acusado de un delito de robo con intimidación y de detención ilegal, entre otros, después de que supuestamente irrumpiera en casa de un matrimonio al que amenazó con un cuchillo y retuvo contra su voluntad encerrado en el cuarto de baño a la espera de que otro de los agresores extrajera en varios cajeros automáticos dinero con las tarjetas de las víctimas.
El Ministerio Público va a solicitar para el acusado penas que suman 15 años y dos meses de prisión por estos delitos, otro de allanamiento de morada y a otro de receptación a tenor de los hechos ocurridos en enero de 2005 en una cortijada de Berja donde el supuesto autor actuó acompañado de al menos una persona que no ha sido identificada.
El robo tuvo lugar sobre las 22,30 horas cuando el agresor se presentó en casa de las víctimas con el rostro cubierto por un pasamontañas a bordo de un vehículo que había sido anteriormente sustraído en Granada.
Así, tras tocar a la puerta, que abrió el propietario del inmueble, los agresores «se abalanzaron sobre él» y se introdujeron en la vivienda «al tiempo que uno de ellos lo cogía por el cuello y lo tumbaba sobre el suelo» mientras que el otro sostenía con ambas manos una pata de cabra con la que «hacía ademán de clavársela en el pecho».
De esta forma, uno de los asaltantes exigió a la mujer de la principal víctima que le diera el dinero que había en la casa así como las tarjetas de crédito con «amenazas de muerte», con lo que ella accedió a entregar las tarjetas así como una nota con las claves además de 300 euros.
Con esto, mientras que uno de los atacantes abandonó la casa, el otro permaneció junto a las víctimas «esgrimiendo un cuchillo de cocina en actitud amenazante» ante las víctimas, a las que retuvo «contra su voluntad» y encerró en el baño «no sin antes exigirles que le entregasen las joyas que hubiera, llegando a atarle» a una de las víctimas «las manos con una cuerda de plástico».
No fue hasta dos horas más tarde cuando regresó el asaltante que se había llevado las tarjetas, con las que efectuó reintegros por importe de 2.404 euros. Así, ambos encapuchados se fueron de allí ordenando al matrimonio que no salieran del cuarto de baño hasta «pasada media hora».
El fiscal, que ha solicitado también que la pareja sea indemnizada con 2.700 euros por el dinero sustraído más la cantidad en la que sean tasados el resto de bienes, solicita que concurra la agravante de disfraz en la imposición de las penas.