Una reunión con el delegado territorial de Medio Ambiente de la Junta sugiere la creación de la Junta Central de Berja para llegar de manera conjunta a varias subvenciones
La sociedad virgitana, y concretamente el sector dedicado a la agricultura, está siendo cada vez más consciente del problema que puede suponer a medio plazo la falta de agua para sus cultivos y que en el municipio de Berja cada año se manifiesta con la sequía de la Fuente de Alcaudique.
El pasado viernes se celebró en el Ayuntamiento de Berja una reunión a la que asistió el delegado de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía, Antonio Martínez; Francisco Fuentes, Jefe de Servicio de Aguas; el alcalde de Berja, Antonio Torres; concejales de los distintos grupos políticos, representantes de la Comunidad de Regantes de Berja y de los pozos de la localidad.
Durante más de dos horas, los agricultores y responsables de las aguas tuvieron la oportunidad de consultar sus dudas con el experto en materia de aguas en la administración andaluza desde donde sugieren que Berja apueste por la creación de una Junta Central de regantes.
Con esta Junta Central, en la que ni la comunidad ni ninguno de los pozos perderán sus derechos sobre el agua, accedería de manera más ventajosa a los programas de ayudas y subvenciones que harían posible el proyecto de modernización del sistema de riegos del municipio, consiguiendo canalizar y hacer un uso responsable del agua.
Según la portavoz del PSOE de Berja, Isabel Arévalo, estas infraestructuras «se harían para proteger el futuro de Berja, ya que se haría una gestión buena del agua, modernizando y adecuando las instalaciones a la normativa».
Aunar fuerzas
La intención es que reuniones como éstas se repitan de forma periódica para conseguir un consenso de los regantes del municipio que impulsen una Junta Central puesto que, aunque en la actualidad no haya déficit hídrico general, cada año aparecen antes los problemas con el agua.
Dos de las comunidades de regantes de localidades cercanas que han unido sus fuerzas han sido las de Sol y Arena y Tierras de Almería, haciendo posible que compartan el agua y combatan juntas la sequía asegurando el cultivo en 12.00 hectáreas de invernaderos.