La Audiencia Provincial de Almería ha condenado a cuatro años de prisión a F.J.F.S. por haber prendido fuego «de forma intencionada» a una zona forestal ubicada en la parte trasera de las viviendas ubicadas en la calle Belén de la barriada de Alcaudique, en Berja.

El tribunal impone además al acusado una multa de 20 meses a razón de seis euros al día y el pago de una indemnización de 1.201,13 euros a la Junta de Andalucía, ya que las llamas motivaron la intervención de los servicios de extinción de incendios dependiente de la administración autonómica dada la proximidad de la misma con lugares habitados.

Según consta en la sentencia, consultada por Europa Press, el incendió forestal se dio por controlado a las 18,15 horas del día 29 de agosto de 2019 y se extinguió de forma definitiva a las 17,22 horas del día siguiente, siendo la superficie total afectada por el incendio de 0,2191 hectáreas de matorral.

La Sección Segunda confiere relevancia a la declaración del principal testigo, quien presenció al acusado en el momento en el que prendía fuego en una zona situada cerca de la chabola en la que este vivía sin que cayera en imprecisiones o vaguedades, de modo que mantuvo el mismo relato durante todo el procedimiento.

Según este testigo, el acusado ya había indicado el mismo día que «iba a prender fuego a Alcaudique», con lo que el día de los hechos lo vio desde su casa.

«Empezó por un lado poco a poco y eso se extendió», explicó ante el tribunal, ante el que detalló que ardió su corral con las gallinas.

Asimismo, afirmó que cuando prendió fuego «salió corriendo», le «dio la vuelta al callejón y apareció como si no fuera con él», de modo que «cuando llego la Guardia Civil el acusado se metió donde dormía», por lo que los agentes tuvieron que sacarlo de la chabola, donde lo hallaron en posesión de un mechero y sin tabaco.

Aunque la defensa alegó que había cierto «ánimo espúreo» por parte del testigo para acusar a su representado, al señalar que este quería «limpiar la zona y por eso provocó el incendio», el propio testigo e incluso el acusado indicaron que días antes se había limpiado la zona con una azada, de modo que «no tenía necesidad ninguna de emplear el fuego para ello».